viernes, 20 de marzo de 2015

Capítulo 12: "Primer día de trabajo"

El fin de semana había pasado. Vicky se había hospedado en una pensión, esta vez de mejor pinta que la anterior. Había visto en el periódico varios apartamentos bien situados que podían adaptarse a ella y al sueldo que percibiría si pasaba los 5 días de prueba en su nuevo empleo.

El lunes a las 8 en punto de la mañana, Vicky se dirigió a la oficina de su empresa. Allí recogió su carpeta donde se guardaban los documentos de los contratos de seguro que debía vender. También recibió una guía de la ciudad con varios callejeros. Vicky pensó que si tenía que vender seguros tal vez debía hacerlo a quienes podían pagarlo, así que se dirigió a una urbanización lujosa a las afueras de Barcelona. 

En la entrada de la urbanización Vicky tuvo que ser fichada por el equipo de seguridad para poder acceder al recinto. Una vez dentro observó que todas las viviendas eran chalets lujosos. Vicky se sentía cómoda, conocía lo que era estar rodeada de gente poderosa y creía conocer las técnicas para venderles un producto, al fin y al cabo ella había sido rica hasta hacía bien poco.

En el primer chalet al que pudo acceder no tuvo suerte. Quien abrió la puerta fue una empleada de hogar que afirmó que los dueños de la casa no se encontraban allí. En el segundo chalet ni tan siquiera le permitieron explicar que quería vender. Y como dice el refrán: a la tercera va a la vencida. Y así fue. Vicky llamó al telefonista de otra vivienda y no solo le permitieron entrar a la puerta sino que además la mujer que vivía allí fue muy hospitalaria con ella y le permitió explicar sus diferentes ofertas en el salón de la casa.

Vicky le mostró a la mujer los distintos tipos y precios de los seguros que ofrecía. Hogar, coche, vida... Finalmente la mujer se interesó por el seguro de hogar. Explicó a Vicky que a pesar de tener seguridad privada en la urbanización ella no acababa de sentirse cómoda y quería asegurar los valores de su inmueble. Finalmente acabó firmando uno de los seguros de hogar que Vicky llevaba en su carpeta. 

Vicky salió de la casa muy agradecida. Lo había logrado. Ya había conseguido vender uno de los 4 seguros que tenía que vender esa semana para superar el periodo de prueba. 

La urbanización no era muy grande y Vicky pensó en ir a otro lugar, no sin antes haber probado en una casa más. Llamó al telefonillo del chalet que se encontraba ya casi a la salida de la urbanización. Allí le abrieron la puerta en persona. Vicky se quedó atónita ante la persona que abrió la puerta. Era Juan Carlos.

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