viernes, 9 de enero de 2015

Capítulo 2: "Sin mirar atrás"

Eran exactamente las 2:30 de la mañana. Vicky estaba en la acera frente a su casa, miraba por última vez la que había sido su vida hasta ahora mientras unas cuantas lágrimas brotaban de sus ojos. Se dio la vuelta y siguió su camino, ya no quería mirar hacia atrás. 

Sabía que a las 7 de la mañana su familia estaría ya despierta para prepararse para la boda que tendría lugar a las 12:00 de la mañana. Era consciente de que no podía seguir en la ciudad si no quería que la descubrieran. Miró su bolsillo y descubrió que tenía 50 euros, una cantidad que anteriormente habría sido una miseria pero que a partir de ahora era un tesoro ya que era su único recurso económico.

Cerca de donde se encontraba había una parada de metro y decidió ir para así al menos alejarse del lugar donde estaba. Pero la jugada no salió bien; Vicky que nunca había cogido el metro desconocía cómo funcionaba y mucho menos los horarios y es que el metro a esas horas estaba ya cerrado. Vio un cartel donde anunciaba que se abriría a las 6 de la mañana. No tenía otra opción que la de esperar si no quería gastarse todo el dinero que tenía cogiendo un taxi. A pesar de las altas horas de la madrugada la calle donde estaba era frecuentada por mucha gente y es probable que alguien conocido pasara por allí y la reconociera por tanto decidió cubrirse con el abrigo que llevaba y tumbarse en las escaleras del metro. 

A Vicky la empezó a poder el sueño y el cansancio y se la cerraron los ojos e inexplicablemente cuando los abrió y miro su reloj eran las 11 de la mañana. Solo faltaba una hora para su boda y todos estarían buscándola. Vicky se puso muy nerviosa y entro corriendo al metro. Iba tan apurada que incluso se la olvido pagar el billete y un guarda de seguridad la detuvo. Ella le explicó que era la primera vez que cogía el metro, que tenía mucha prisa y que lo pagaría en ese mismo momento. Al guarda no le convenció su explicación y le entrego una multa por valor de 20€ que tendría que abonar en los próximos 10 días. Le dio un nombre falso y así poder esquivar la multa. Salió de la sala donde le había metido el guarda y esta vez sí sacó un billete de metro y entro en la estación. 

Vicky cogió el primer tren que paso sin saber ni tan siquiera a donde se dirigía. Vicky tuvo suerte ya que gracias un cartel vio que el metro se dirigía al Aeropuerto de Adolfo Suárez de Barajas. Encontró un asiento libre y se sentó. Ya estaba más tranquila. Una vez en el aeropuerto intentaría coger un avión a cualquier parte pero no todo iba a ser de color rosa: apenas faltaban 2 estaciones para llegar al aeropuerto y en uno de los vagones se subieron dos guardias civiles. Se dirigieron directamente a Vicky y a esta le empezó a latir el corazón más deprisa. Pensó que la iban a hacer bajarse del metro por haberse colado la primera vez pero no fue ese el motivo por el que los guardias civiles la buscaban. Sus padres habían dado una orden a la policía para que la encontraran y la llevaran de vuelta a casa.

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