viernes, 27 de febrero de 2015

Capítulo 9: "Malas sensaciones"

Vicky consiguió dormir 6 horas y cuando sonó el despertador del móvil eran las 9:00. Le quedaban dos horas para la entrevista de trabajo. Se duchó rápidamente y se arregló para ir formal y recordó entonces que estaba sin dinero y no podría pagar la pensión así que decidió entonces salir por la misma ventana por la que el ladrón había huido por la noche. 

Para llegar al lugar de la entrevista de trabajo tenía que coger el metro y decidió colarse. Esta vez Vicky tuvo más suerte que en el metro de Madrid y es que esta vez había conseguido burlar al vigilante de seguridad. Una vez que subió al tren contó el número de paradas y miró el reloj. Eran 11 paradas y apenas faltaban 15 minutos para la entrevista de trabajo. Vicky se desesperaba con el paso de cada estación hasta que llegó la hora en la que debía estar en la entrevista y aún le faltaban 3 paradas. Cuando al fin llegó a su parada y salió del metro comprobó que la sede de la empresa donde iba a realizar la entrevista estaba frente a la boca de metro así que corrió hasta llegar al edificio.

Una vez allí le extraño que allí dentro solo había dos sillas y una mesa pequeña en la que se apoyaba un pequeño cactus en una maceta. Vicky preguntó en voz alta si había alguien e instantes seguidos entró una mujer que preguntó a Vicky quien era. Cuando se aclaró el tema de la entrevista y Vicky pidió disculpas por el retraso la mujer sonrió aceptando las disculpas de Vicky e indicándole que se sentará en una de las sillas. Era la misma mujer con la que había hablado por teléfono. 

Comenzó la entrevista en la cual solo hubo preguntas relacionadas con la identidad de Vicky y su lugar de residencia. Ante esta última pregunta Vicky se inventó el nombre de una calle para no decirle a la entrevistadora que no tenía casa. No hubo ninguna pregunta al respecto de la experiencia laboral de Vicky, tan solo acerca de sus estudios. La mujer le explicó a Vicky que el trabajo consistía en ser vendedora de seguros de la empresa de lunes a viernes cobrando un sueldo fijo mensual sumado a las comisiones por número de ventas. 

Vicky le dio su número de teléfono a la mujer para que la pudiese contactar en caso de ser seleccionada para el puesto y se despidió. Al salir de allí Vicky se quedo con una rara sensación y con la gran intriga que le daba el hecho de que la mujer no se interesara por su experiencia laboral y que ni siquiera le pidiera un currículum y una acreditación de sus estudios. 

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