domingo, 2 de agosto de 2015

Capítulo 21: "Latiendo (2ª parte)"


Habían pasado ya dos meses desde el fallecimiento de Rafaela. Vicky no faltó un solo día al trabajo, ni tan siquiera el día del funeral. Hacía bien su trabajo pero vagaba por la oficina como alma en pena; sin maquillaje, vestida con colores grises y con un estado de ánimo que no dejaba ver ni una mínima sonrisa.

El jefe de Vicky, conocedor de su situación, le sugirió pedir la baja y tomarse el tiempo que necesitara para recuperarse del duro revés que había supuesto la muerte de su madre. Vicky en un principio no quiso ni plantearse el hecho de sacar la baja. El trabajo era lo que la estaba permitiendo distraerse y que no se la vinieran encima las paredes de su casa. Pero tras recapacitar y pensar en la imagen que había generado en la empresa pensó que lo mejor era, efectivamente, tomarse un tiempo. 

Vicky acudió con la baja médica al jefe y este se despidió de ella deseándole una pronta recuperación. Al llegar a casa Vicky se echó en la cama. Era la misma cama en la que hacía meses se había tumbado de la misma manera y había decidido fugarse. Cuanto habían cambiado las cosas: Vicky había huido a Barcelona, esquivando así su pactada boda con un desconocido; su estancia allí se vio oscurecida por un trabajo estafa; su regreso a Madrid fue involuntario y al regresar se encontró en su casa el velatorio de su padre; este último le había dejado por herencia multitud de deudas; su madre había pasado los peores meses de su vida a causa de una enfermedad que terminó por llevársela.  

Ahora a Vicky no le quedaban esperanzas de nada. No veía claro que pudiera acabar de pagar las deudas antes de que la embargasen sus bienes. Ahora estaba completamente sola a falta de su madre. Y para colmo se había despedido temporalmente de un trabajo que la permitía desconectar. Sin pensarlo dos veces, Vicky se levantó al baño y cogió un bote de pastillas que había en un cajón. Se las tomó, una por una, con una botella de agua. Una vez terminada la caja de pastillas, Vicky se tumbó de nuevo en la cama. Sus ojos no tardaron en cerrarse y su corazón dejó de latir...

domingo, 26 de julio de 2015

Capítulo 20: "Latiendo (1ª parte)"


Era un día normal en la oficina hasta que sonó el teléfono de Vicky. Era un mensaje de su madre pidiéndole que fuera a casa. Vicky estaba muy atareada así que no le dio importancia. Vicky sentía que a veces Rafaela exageraba demasiado su enfermedad y le pedía ayuda por cosas triviales. 

Vicky terminó un informe para su jefe y se disponía a ir a la cafetería para tomarse un descanso, cuando de repente volvió a sonar su móvil. Esta vez era una llamada, de un número muy largo. Era un hospital. Un médico informaba a Vicky de que su madre acababa de ingresar de urgencia por complicaciones en su enfermedad.

Vicky cogió rápidamente un taxi en la calle y fue al hospital. Su corazón latía muy deprisa. Temía lo peor y se sentía culpable de no haber acudido en ayuda de su madre cuando esta se lo pidió esa misma mañana. Al entrar en el hospital Vicky estaba confusa y desorientada. Gritaba desesperada el nombre de su madre hasta que una enfermera se acercó a ayudarla.

La enfermera acompañó a Vicky hasta la U.C.I donde estaba ingresada Rafaela. Un doctor salió de la sala en el preciso momento en el que Vicky llegó allí. Los peores pensamientos de Vicky se acababan de confirmar. Rafaela había fallecido.

domingo, 19 de julio de 2015

Capítulo 19: "Un soplo de aire fresco"


Un soplo de aire fresco llegó, al fin, a la vida de Vicky. Una mañana se había despertado por que su móvil estaba sonando. Era de una importante empresa de telefonía. Vicky había realizado una entrevista de trabajo con ellos hacía escasos días y estos habían decidido contratarla.

Vicky era la nueva secretaria del director de la empresa. Sin duda eso era empezar con buen pie. A pesar de ser un gran puesto no estaba demasiado bien remunerado, o al menos no lo estaba para que Vicky pudiera pagar mensualmente las deudas heredadas y poder comer. Pero algo es algo, y al menos Vicky había conseguido un puesto de trabajo más o menos acorde a sus estudios y así podría al menos introducirse en ese mundo e ir sobreviviendo mes a mes. Rafaela se puso muy contenta cuando Vicky le dio la noticia, tanto que incluso pareció mejorar de su enfermedad.

Los días pasaban y Vicky se adaptó rápidamente a la empresa y a su nuevo trabajo. No obstante caía rendida cada noche después de los ajetreados días en la oficina y sus largas tardes ocupándose de las tareas de la casa y de su madre.

domingo, 12 de julio de 2015

Capítulo 18: "Condenada a ser infeliz"


La situación era esta: Rafaela y Fausto llevaban varios años inmersos en una crisis matrimonial. A pesar de dárselas de millonario, lo cierto era que Fausto acumuló muchas deudas en los últimos años y el matrimonio de Vicky con un miembro de la familia de Elcano era una de sus últimas esperanzas para reflotar sus negocios pero la huida de Vicky hizo que todo se desmoronase y que la relación matrimonial se rompiera por completo.

Días antes del regreso forzoso de Vicky, Fausto había sufrido un ictus que días más tarde terminaría con su vida. Ahora Vicky tenía la gran faena de hacer frente a esas deudas. ¿Cómo podía hacerlo? Tenía estudios para aspirar a un buen empleo, y ahora que había regresado y que ya era libre completamente, podía buscar dicho trabajo de una forma segura.

Vicky estuvo varias semanas inmersa en encontrar trabajo. Hizo varias entrevistas pero su falta de experiencia profesional la hacía quedar fuera del puesto de trabajo. Tenía posibilidades de otros trabajos menores pero ahora no la servía porque ya no necesitaba el dinero para ir sobreviviendo sino para hacer frente a una gran deuda.

Rafaela ayudaba en todo lo que podía a Vicky; le ayudaba a buscar trabajo a través de internet, llevaba las tareas domésticas de la gran mansión en la que vivían... Pero pronto acusó los achaques de la edad y la difícil situación y cayó enferma. Vicky se intentaba hacer cargo de ella pero había días en los que la situación la sobrepasaba y solo podía resignarse. No entendía porque estaba condenada a ser infeliz.

domingo, 5 de julio de 2015

Capítulo 17: "La heredera"


Vicky se encontraba en shock. El rápido regreso a Madrid con todo lo que ello significaba y el haber visto que su padre había muerto le había provocado un ataque de ansiedad que había terminado con ella ingresada en el hospital.

Pasó la noche en el hospital acompañada de su madre. Cuando al fin Vicky pudo pronunciar unas palabras quiso disculparse con su madre aunque esta quiso quitarle hierro al asunto. Para sorpresa de Vicky, su madre fue totalmente comprensiva y asumió la culpa de que hubiera huido. "Quisimos tanto y tanto tu felicidad que, irónicamente, te provocamos ser infeliz", fueron palabras de Rafaela (madre de Vicky).

Vicky se abrió a su madre como nunca antes lo había hecho. Le confesó todos su sentimientos e incluso le contó con pelos y señales todo lo que vivió en Barcelona. Rafaela estaba feliz de haber recuperado a Vicky e incluso parecía haberse quitado un peso de encima con la muerte de Fausto.

A la mañana siguiente, Vicky recibió el alta, y al llegar a la casa allí se encontraban varios abogados para tratar la herencia de Fausto. Rafaela y Vicky se sentaron con ellos en el que fuera el despacho de Fausto y allí Vicky comprobó ser la única heredera de su padre pero para sorpresa de ella y de su madre la herencia no eran bienes sino deudas. Fausto murió estando completamente arruinado. Nadie sabía nada. ¿Como afrontaría ahora Vicky todo aquello?

domingo, 28 de junio de 2015

Capítulo 16: "Vicky de nuevo a la fuga"


Vicky voló de nuevo a Madrid acompañada ahora únicamente por Juan Carlos. Apenas se miraban mientras Vicky había dejado de llorar y en su cabeza ya solo pasaban los recuerdos de una corta época en la que había sido feliz.

Una vez que el avión aterrizó en el Aeropuerto Madrid-Baraas Adolfo Suarez, Vicky seguía por la terminal a Juan Carlos. Ni siquiera la tuvo que sujetar este para que no huyera de nuevo. Vicky no tenía ya fuerzas para nada más. Juan Carlos se montó en un coche con ella y al fin pronunció unas palabras. 

Juan Carlos confesó a Vicky haber trabajado para Fausto años atrás. Por esa razón conocía a Vicky más que de sobra y decidió ponerse en contacto con los detectives para informales. Juan Carlos había contado a estos la precaria situación que vivía Vicky en Barcelona y por ello decidieron de mutuo acuerdo hacer que esta regresara a Madrid para así tenerla más cerca y ayudarla más fácilmente pero no pudieron ocultárselo a Fausto y este les ordenó el regreso de Vicky a casa.

Era medio día y el coche en el que iba Vicky estaba ya aparcado frente a su lujosa casa de Madrid. Vicky se dispuso a entrar en la casa con la intención de soltar las maletas y correr hacía su habitación sin tener que mediar palabra con nadie pero se sorprendió al entrar y ver tanta gente en la casa. Se asomó al salón principal y allí pudo ver a sus familiares más cercanos rodeando un ataúd. Era un velatorio. Fausto había muerto.

viernes, 10 de abril de 2015

Capítulo 15: "El gran engaño (2ª parte)"

Vicky regresó de nuevo al apartamento con lágrimas en los ojos. Una vez allí recogió sus pertenencias y dejo una nota en la puerta dirigida a la casera. En dicha nota Vicky pedía disculpas a la casera por haberse ido sin pagar y sin dar más explicación que "motivos personales".

Ya en la calle, Vicky se sentó en un banco. Allí aparcó su maleta, su mochila y su bolso. Sonó entonces el móvil que le habían dado los detectives en Madrid. Justo a tiempo, debió pensar Vicky. Pero no era su día de suerte. La voz que estaba al otro lado del teléfono era la de Fausto, su padre. 

-Ya se acabó la tontería. Vas a volver a casa hoy mismo- replicó Fausto

Vicky se quedó pálida y colgó el teléfono. Al rato volvieron a llamar. Esta vez estuvo a punto de no cogerlo pero finalmente lo hizo. Era uno de los detectives. Se disculpó con Vicky. Prometieron no volverla a traicionar y sin embargo lo habían hecho. Fausto les había despedido tras lo ocurrido en la huida de Vicky pero al tiempo les prometió una altísima cantidad de dinero a cambio de que revelasen todo lo sucedido con ella. Fausto sabía ya que Vicky estaba en Barcelona, que tenía un DNI falso y que quería poder tener una vida normal alejada de su familia. No lo comprendía y quería por todos los medios hacer que su hija regresara.

-Sabemos donde estás. El móvil que te dimos lleva un localizador. Es cuestión de minutos que vayan a por ti- dijo el detective.

Vicky tiró entonces el móvil y salió corriendo dejando también atrás sus pertenencias, Pero al ir a cruzar la calle un hombre que parecía un ciudadano más, se le apresuró y la detuvo. No había salida. El hombre le dijo que volverían a Madrid. Vicky no pudo resistirse. Lloraba desconsolada y gritaba con rabia pero ya nada podía hacer. 

Vicky montó a la fuerza en un coche. Entonces se dio cuenta de quien era el conductor. ¡Era Juan Carlos! 

Alli estaba. Camino al aeropuerto para regresar a Madrid. Vivía el camino de retroceso a la vida anterior que tenía y que para ella era un infierno. Se resignaba a creerlo pero había dejado de ser Vicky para volver a ser Victoria Corcuera.